jueves, 18 de junio de 2020

Adaptarse o catear, esa es la cuestión


Desde mi punto de vista la enseñanza no presencial que este confinamiento nos ha obligado a llevar a cabo tiene más desventajas que ventajas, un ejemplo de ello es que el nivel de concentración del alumnado en clase es mayor debido a que el hecho de estar sentando en una mesa, en una posición correcta reduce el nivel de distracciones. Sin embargo, cuando el alumno se ve obligado a cumplir sus obligaciones escolares en su totalidad desde casa, se encuentra expuesto a una gran cantidad de elementos distractores que no tendría en el aula, como el ruido de sus familiares o vecinos. Otro ejemplo sería la atención que puedes llegar a recibir del profesor, es decir, al estar en clase es más sencillo que el profesor pueda explicar las dudas y  estos entiendan mejor los ejemplos. Sin embargo, al estar en casa a través de un medio electrónico hay muchos factores que podrían dificultar la comprensión, este sería el caso de problemas con la imagen, con el sonido...

En mi opinión, un punto a favor de esta enseñanza sería la flexibilidad que pueden llegar a tener estas clases, un ejemplo de ello sería que el alumnado puede llegar a un acuerdo con el profesorado para que las clases se ajusten mejor a sus horarios.

En conclusión, me resulta más sencillo aprender mediante las clases presenciales, de hecho las prefiero. Pero creo que con esfuerzo es posible mantener el nivel en las clases online. Y que, como diría Darwin, hay que adaptarse o morir.



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